Ana Barba

Ana estuvo casada con Francisco Rivero, quien ayudó a Ignacio Warnes en su lucha por la independencia.

Warnes fue padrino de la pareja en su matrimonio, ya que Ana lo miraba como a un padre.

Ana Barba al contemplarla en silencio llanto lo envolvió en un lienzo y lo sepultó bajo su lecho y conmovida profundamente sentenció: “descansa aquí mi querido padrino, mientras la patria se libere”.A pesar del peligro, la cabeza fue recuperada y Ana la escondió en su casa situada en la barriada del Tocotocal, enterrándola en el suelo debajo de su cama durante nueve años.

La cabeza del caudillo fue llevada a la catedral para rendirle homenaje en una ceremonia solemne presidida por el coronel José Videla, segundo gobernante independiente de Santa Cruz —según el historiador Hernando Sanabria—.

En la misma disposición se reconoce también como heroínas a sus compañeras de lucha Mena Toledo, Francisca López y Florita Mendoza.