Ambrosio de Alejandría

Ambrosio se sintió atraído por la fama de Orígenes como profesor y visitó la Escuela catequística de Alejandría en 212 d. C. Inicialmente, Ambrosio se definía como un gnóstico valentiniano y marcionista, pero a través de las enseñanzas de Orígenes y de su escuela, fue rechazando el Gnosticismo y se convirtió en un seguidor del maestro y fue ordenado diácono, según san Jerónimo y Eusebio de Cesarea.

[1]​ Ambrosio destacó por sus continuas preguntas al maestro Orígenes, quien lo calificó de "capataz", utilizando el término "ἐργοδιώκτης", que era el que usaban los LXX para describir a los capataces del Faraón (cf.

Como hombre rico, Ambrosio procuró ayudarse de los mejores libros para sus estudios y de secretarios diligentes para disminuir el trabajo en sus composiciones.

La última mención a Ambrosio en el registro histórico fue en la obra Contra Celso, de Orígenes, que fue escrita a petición de Ambrosio.

Ambrosio es venerado como santo en algunos ramos de la cristiandad.

Atrio de la basílica de san Ambrosio de Milán.