La capital fue diseñada con un trazado geométrico ortogonal (hipodámico), esculpiéndose catorce grandes estelas[1] para marcar los límites.
En su interior, Akenatón ordenó construir majestuosos edificios, tales como: Recientemente se ha encontrado al sur de la ciudad el denominado Kom el-Nana.
Las dimensiones del recinto son 228 x 213 m, el cual se encontraba cercado por una muralla similar al de Maru Atón.
Tras este primer edificio encontramos la plataforma central cuyo acceso era mediante rampas situadas tanto al norte como el sur.
A partir de ese momento Akenatón sería el intermediario entre el dios supremo y la humanidad.