Este té contiene taninos y filodulcina, un edulcorante 400-800 veces más dulce que el azúcar de mesa ( sacarosa)[1] o 2 veces más dulce que la sacarina.
A la bebida se le atribuyen propiedades antialérgicas.
En esa ocasión, los japoneses vierten Amacha en las pequeñas estatuas de Buda decorado con flores, como si bañaran a un bebé recién nacido.
Si bien está infusión es consumida tradicionalmente, sin embargo, beber demasiado té puede provocar intoxicación y vómitos.
Las plantas pertenecientes al género Hydrangea generalmente contienen glucósidos cianogénicos en sus hojas, que pueden causar intoxicación si se ingieren, pero se desconoce la relación con esto.