Aluísio Azevedo
[1] Dos años después publica O Mulato, con la que choca con la sociedad por la forma cruda de la novela, desnudando la cuestión racial, habiéndose ya el autor alineado con la causa abolicionista.El éxito de esta obra le posibilita el regreso a la capital del Imperio, donde escribe sin parar nuevas novelas, cuentos, crónicas e incluso piezas teatrales.Escribió junto a otros autores como Émile Rouéde, Coelho Neto y João Luso obras de teatro.[2] Ya como diplomático en 1895, arriba finalmente en 1910 a Buenos Aires, ciudad donde fallece, menos de tres años después.A través de esa óptica naturalista capta la mediocridad de la rutina, los vicios y taras del individuo, una opción contraria a los románticos que le precedieran.