Se encuentra desde el sur de China hasta Malasia y ampliamente cultivada en el mundo.
La raíz de galanga se conoce en Europa desde hace más de mil años, ya que parece que fue introducida por los médicos griegos y árabes, aunque la planta no se identificó botánicamente hasta el año 1870.
John Gerard dice en General History of Plants (1633): "Sus raíces son calientes y secas en el tercer grado.
Fortalecen el estómago, mitigan los dolores producidos por el frío y las flatulencias.
Mejora numerosos problemas digestivos ocasionados por déficit de función y disminuye las náuseas, el vómito, e incluso los mareos del viajero.
[2] Actualmente, se ha documentado que Alpinia galanga contiene en los rizomas sustancias de posible riesgo para la salud humana cuando son utilizadas en alimentos o complementos alimenticios, por la presencia en el aceite esencial de fenilpropanoides.