En el ser humano, la alimentación de cada persona varía según numerosos factores: gustos, edad, cultura, actividad física, medios económicos o disponibilidad de productos en la región en la que habita.
En los organismos superiores estos nutrientes son sintetizados por fotosíntesis (vegetales), o elaborados a partir de compuestos orgánicos (animales y setas).
Los animales son organismos heterótrofos, dependen de una o más especies distintas para su nutrición.
El régimen alimentario, ya sea carnívoro o herbívoro, tiene una gran influencia en el comportamiento animal, y determina su condición de depredador o presa en la cadena trófica.
Pueden tener un comportamiento alimentario omnívoro o más específico, como folívoro, piscívoro, carroñero, nectarívoro, saprófago, etc. Tal como otros animales, el hombre depende de su ambiente para asegurar sus necesidades fundamentales de alimento.