Alice Paul

Esto tuvo gran cobertura de la prensa, en especial por los hechos violentos que se registraron hacia las manifestantes cuándo el país entró en la Primera Guerra Mundial y las activistas seguían con la medida.

Paul pasó su infancia en Paulsdale, la próspera granja familiar, y se crio en una comunidad cuáquera.

A. en Biología del Swarthmore College al considerar que, sin tener conocimientos de las Ciencias.

Luego continuó estudiando trabajo social y ayudando en organizaciones de caridad tanto en Birmingham como en Londres porque aunque cada vez se convencía más de que no quería ser una trabajadora social, «quería saber como era la vida, en todos los aspectos que pudiere».

[7]​ Con la herencia de su madre y una vida frugal, Paul tuvo solvencia económica durante toda su vida y pudo abocarse por completo a la causa feminista sin tener que trabajar a la vez.

Nunca se casó, mantuvo relaciones familiares con sus sobrinos y amistades con Mietza Heldring Bye, Clara Louise Thompson y especialmente con la también activista Elsie Hill, con quien mantuvo su vínculo hasta la muerte de esta en 1970.

Su madre, Tacie, era miembro de la Asociación Nacional por el Sufragio de las Mujeres americanas, más conocida como NAWSA (por sus siglas en inglés: National American Women Suffrage Association), y Alice solía unirse a su madre en las reuniones que la asociación llevaba a cabo.

Paul asistió a un evento en la Universidad de Birmingham, en el cual Christabel dio un discurso sobre el sufragio que el público agradeció.

A través del sufragio, las mujeres podrían luego lanzar reformas para mejorar sus derechos.

En una ocasión, fue arrestada tras irrumpir en un banquete al que asistieron el primer ministro Herbert Asquith y parte de su gabinete, arrojando su calzado contra una ventana y gritando «¡El voto para las mujeres!» cuándo el primer ministro se disponía a hablar.

Ambas activistas tenían como único eje lograr el sufragio… y no consideraban desviarse hacia otras causas feministas como el amor libre o el aborto.

Paul tampoco gozaría de un sueldo, y por conste se mantuvo económicamente con el dinero que le mandaba su familia, alegando luego que Burns y ella nunca podrían haber hecho la campaña por el sufragio si «no hubiesen tenido familias dispuestas a respaldarlas».

Las mujeres fueron insultadas por muchos hombres del público y la marcha contó con poca presencia policial, aunque sin llegar a haber violencia, según Paul.

En este momento no habría beneficio de tratar que el Congreso pase esto».

Según ella la reforma debía salir el Congreso, dónde «había un grupo mucho más reducido con el que trabajar».

A pesar de ser defendida por otras figuras, tras la convención fue desplazada de la presidencia del comité, que viró a buscar una enmienda que otorgase referéndums estatales en los cuales los hombres decidirían sobre el sufragio femenino.

A pesar de ello, Wilson ganó en todos los estados en dónde el voto femenino ya había sido aprobado salvo en Illinois y Oregón.

Aunque mantuvo su oposición política al presidente para presionar por el sufragio, en el plano personal Paul siempre diría que Wilson fue un «gran hombre» y posteriormente lo alabó por su trabajo en fundar la Liga de las Naciones.

[4]​[5]​[9]​ Tras la reelección de Wilson, Paul y las demás activistas del partido comenzaron un piquete en las puertas de la Casa Blanca, en el cual ellas, conocidas como las "Centinelas Silenciosas", se paraban seis días a la semana enfrente del edificio gubernamental con consignas demandando el derecho a voto femenino.

[4]​[5]​[3]​[17]​ La medida estaba diseñada para mantenerse hasta que el Congreso sancionase la enmienda constitucional y se mantuvo aun con el ingreso del país en la Primera Guerra Mundial, cuándo muchas activistas abandonaron el movimiento considerando que el trabajo por la paz era más importante que el sufragio y la opinión pública se tornó en contra por oponerse a un presidente en tiempos de guerra.

[18]​[5]​[3]​[19]​ En prisión, las activistas del partido vivían en condiciones insalubres y en protesta, Paul inició una huelga de hambre.

Al respecto de estos hechos, Paul luego comentó "Era impactante que un gobierno de hombres pudiese mirar con un desprecio tan extremo a un movimiento que pedía algo tan pequeño y simple como el derecho a votar".

[12]​ En 1941 volvió a Estados Unidos y reasumió la presidencia del partido, la cual ocupó hasta 1947.

[8]​ En 1979, Paul fue introducida en el National Women's Hall of Fame y en 1985 se creó el Instituto Alice Paul, que ubicado en la granja de la niñez de la activista busca preservar su legado y animar a las mujeres a continuarlo para lograr la igualdad entre los sexos.

[22]​[1]​ En 2004, HBO estrenó el telefilm Iron Jawed Angels, que narra su lucha por el sufragio femenino en la década de 1910.

Alice Paul en 1920.