Una vez restablecida la paz confiscó varios feudos de sus vasallos rebeldes y se dedicó a la administración de sus dominios, si bien el conde está bajo tutela hasta 1248, debiendo presentarse la cuentas del Poitou simultáneamente al rey y a Alfonso.
[4] Entre 1244 y 1247 se dedica a preparar la primera cruzada de San Luis, que parte finalmente en 1248 y con quien se reuniría en Egipto un año más tarde.
Su llegada permite la ofensiva que se salda con la victoria en la Batalla de Mansourah.
Posteriormente es hecho prisionero junto con sus hermanos, el rey San Luis y el príncipe Carlos de Anjou.
Lo primero que hace al tomar posesión de la misma es romper el testamento de su suegro, que había donado toda su fortuna a distintas instituciones monásticas.
Tras negociar con el emir de Túnez toda la cruzada reembarca en noviembre.