Alexander Weissberg
Esta práctica tenía como objetivo destruir las relaciones de confianza entre aquellos que habían llevado adelante la revolución rusa.Los que no murieron en los campos del Ártico soviético quedaron divididos y vencidos.Volvió a escapar con ayuda de la resistencia polaca y se escondió en Varsovia, en donde sobrevivió a los dos alzamientos (el del gueto y el organizado por el Armia Krajowa o Ejército Territorial).[1] En el prefacio que escribió para el libro, Arthur Koestler explica la campaña en defensa de Weissberg organizada por sus amigos y como consiguieron que Albert Einstein escribiera a Stalin y que los premios Nobel franceses Jean Perrin, Frederic Joliot-Curie e Irene Joliot-Curie escribieran al fiscal Vyshinski, aunque estas cartas no fueron jamás contestadas.[2] Weissberg también escribió un libro titulado “Abogado de los Muertos”, publicado por Andre Deutsch en 1959.