Ante tanta competencia, Shaw decidió emigrar a Estados Unidos en 1817 y una vez que estuvo legalmente establecido, en 1822 obtuvo una patente estadounidense para la cápsula fulminante.
[4] La primera patente para un sistema de encendido que empleaba cápsulas fulminantes en el mundo, fue otorgada a François Prélat en 1818 en Francia.
Prélat probablemente no fue su inventor, ya que con frecuencia obtenía patentes francesas a partir de ideas británicas.
[cita requerida] En fechas más recientes, se le ha dado más crédito a las afirmaciones de Joseph Egg, que ahora es considerado el primero en haber producido comercialmente cápsulas fulminantes y haber "hecho la primera afirmación sobre su invención".
[6] Estas nuevas formas de encendido demostraron ser populares entre los cazadores durante el período Regencia, que mandaron a modificar sus viejas y poco fiables armas de chispa.
[7] Se educó en el King's College, Aberdeen, sucediendo a su padre como ministro de Belhelvie en 1791.