Aleksandr Kótov

Como curiosidad es de señalar que Kótov pudo haber cambiado la historia del ajedrez.

Euwe era considerado por muchos el sucesor moral del título mundial dejado vacante por Alekhine, y se rumoreaba que si ganaba el Torneo se le otorgaría el título, pero la victoria de Kótov hizo posible que esto no fuera así, y que Botvínnik ganara con posterioridad el título en el enfrentamiento quíntuple de La Haya.

Estos libros no se dedican a aconsejar sobre la situación de las piezas en el tablero, ni entran profundamente en la táctica y la estrategia del juego, pero sí en el método de pensamiento que se debe emplear durante el mismo.

Gran admirador suyo, Kótov intentó limpiar la imagen de antibolchevique y antisemita que le perseguía, en sus libros.

Como ejemplo de esa admiración, han quedado para la posteridad sus siguientes frases: Es notorio que Kótov fue un amante del ajedrez, y si bien no pudo demostrar su amor hacia este juego poniéndose a la altura competitiva de otros jugadores soviéticos, sí que pudo hacerlo en su producción literaria.

Su frase "El aprendizaje del ajedrez produce auténtico placer y los éxitos deportivos o creativos que se obtienen luego, reportan plena satisfacción" es una buena demostración de ello.