Aleksándr Briulov nació en San Petersburgo en el seno de una familia de artistas franceses: su bisabuelo, abuelo, padre y hermanos (incluyendo a Karl Briulov) fueron artistas.
En sus primeros años fue educado por su propio padre, Pável Briulov (o Paul Brulleau).
Al tiempo, se dedicaba a pintar retratos en acuarela.
Diseñó muchos interiores llamativos en este palacio, incluyendo, la Sala Pompei, la Habitación de Malaquita y la Sala Blanca, dando diferentes estilos a cada una en una muestra de eclecticismo.
Briulov además realizó ilustraciones para libros y revistas.