Aleksandr Sokúrov

Durante este periodo inicial, produjo numerosos documentales, entre ellos una entrevista a Aleksandr Solzhenitsyn y un reportaje sobre la caída de Grigori Kózintsev en San Petersburgo.

Su película más exitosa tanto crítica como comercialmente ha sido la semidocumental El arca rusa (2002), aclamada sobre todo por sus imágenes visuales hipnóticas y su gigantesca toma sin corte alguna: es un inmenso travelling dentro del Hermitage de S. Petersburgo donde fotografía los fondos de ese gran museo.

Mostrada en el Festival de Cannes, la protagonista es la legendaria soprano rusa Galina Vishnévskaya actuando ahora como actriz.

Dice Sokúrov que «el cine no puede aún pretender ser un arte y, aunque aspire a serlo, todavía está lejos.

Este principio me permite, cuando trabajo en una película, permanecer concentrado en uno o dos aspectos, y dedicar a ellos el tiempo necesario».

Pese a todo, los críticos más conservadores no parecen valorar sus aspectos creativos, como ha sucedido con el film de 2011 Fausto.