Alejandra de Oldemburgo (Alejandra Petrovna)

Le gustaba la simplicidad y prefería vestir modestamente, evitando la vida pública.[4]​ Alejandra no era hermosa, pero su sinceridad y agradables modales le hizo ganar muchas simpatías.[5]​ A fines de 1860, su matrimonio afrontaba una crisis, pues la pareja tenía poco en común.Pronto, Nicolás Nikoláievich comenzó una relación permanente con Catalina Chislova, bailarina del Teatro Krásnoye Seló, aventura que el gran duque ni se molestó en ocultar.Sin embargo, no ha habido información para corroborar estos rumores, pero la historia del hijo ilegítimo parece poco probable.El resentimiento era la única respuesta que podía ofrecer a su marido por la infidelidad.Le dijo sin rodeos "Verás, tu marido está en la flor de la vida, y necesita una mujer con quien poder hacer el amor.Inicialmente vivía en el Palacio Mariyinsky, la residencia del emperador en Kiev, pero más tarde se retiró a un convento.[7]​ Catalina Chislova murió en 1889 y el gran duque Nicolás sobrevivió a su amante solo dos años.Ella fundó un convento de monjas enfermeras con sus propios hospitales, asilos y dispensarios para proporcionar tratamiento gratuito a los pobres.Dedicó su vida a esta obra, que siempre había sido su prioridad.Hoy su tumba se encuentra el jardín del convento, que de nuevo es atendido por monjas, continuando su obra.
El gran duque Nicolás Nikoláievich, su esposa la gran duquesa Alejandra Petrovna de Rusia, y sus dos hijos.
Alejandra y su marido Nicolás alrededor de 1860.
La hermana Anastasia, anteriormente gran duquesa Alejandra Petrovna.