El primer alcalde de Albacete del que se conoce su existencia fue el árabe Wahb Alláh, quien la gobernó en el siglo XIII durante el dominio musulmán de la península ibérica.
[1] Anteriormente al actual cargo de alcalde existió el de corregidor, instituido en Castilla por Enrique III en 1393 y puesto definitivamente en aplicación por los Reyes Católicos en 1480; el corregidor dependía directamente del presidente del Consejo de Castilla, y tenía jurisdicción sobre todos los lugares del corregimiento de Chinchilla, del que dependía administrativamente inicialmente Albacete, si bien las funciones judiciales eran asumidas por un alcalde mayor designado por el corregidor.
Sin embargo, en 1672 los corregidores asumieron de nuevo la jurisdicción sobre Albacete, cesando a los alcaldes ordinarios.
Finalmente, se consolidó la dotación de un alcalde mayor nombrado por el corregidor.
Pese a que el corregimiento tenía su sede en Chinchilla, sus titulares solían establecer su lugar de residencia en Albacete, por la atracción que sentían hacia ella.