Cuando solo tenía once años falleció su padre, lo que colocó a la familia en una posición económica precaria.
Tras doctorarse en Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, se trasladó a Barcelona para realizar su labor investigadora.
Allí realizó diversos estudios sobre la hexoquinasa, la enzima que condiciona el metabolismo energético del cerebro.
Félix Gutiérrez Rodero, José Castell Ripoll y Andrés Moya Simarro han compartido el galardón a la mejor labor investigadora mientras Ángel Barco Guerrero obtiene el galardón por el mejor trabajo científico.
La casa donde nació en Sax (vivió en ella hasta los 9 años pues su padre Pedro Sols Lluch era el Notario del pueblo) fue rehabilitada por el Ayuntamiento y actualmente es el "Centro de Estudios y Archivo Histórico Municipal Alberto Sols".