Participó y recibió mención honrosa en la llamada "exposición de mercado" organizada por Benjamín Vicuña Mackenna.
Los primeros años del pintor se desarrollan en Valparaíso donde estudia en el colegio inglés de Mathews y Linacre, más, por problemas económicos, se reubicó en el Instituto Nacional donde empezaron sus primeros años de pintura.
Sus dotes para la misma fueron expuestos por primera vez en 1872 en la llamada “exhibición del mercado central” organizada por el intelectual Vicuña Mackenna.
Se ubicó en el barrio latino para después empezar a estudiar pintura en el taller de Alexandre Cabanel.
Alberto Orrego Luco comienza paralelamente a su trabajo artístico la carrera diplomática en diferentes países europeos.
Vivió en esta ciudad por casi diez años donde gustó de crear pinturas relacionadas con edificios y monumentos renacentistas.
Tal es el caso del deseo de pintar al aire, acto desarrollado básicamente por los impresionistas y que el pintor ocupó frecuentemente.
La calma y la mesura, tanto en los colores como la del conjunto en general, predomina ampliamente en estas pinturas.
En este periodo español, el pintor altera su paleta de colores la cual se vuelve más brillante y difusa.
Durante este periodo el pintor se acerca nuevamente a la realidad chilena del siglo XIX.
La tónica de esta pintura esta en relación con la nueva tendencia francesa conocida como pleinairismo donde los pintores buscaban retratar paisajes al aire libre en vez de en sus estudios cerrados, tendencia que Luco adhirió en su estadía en Europa.
Luco había aceptado Italia como su segunda patria y accede alegre la propuesta, sin embargo los múltiples acuerdos diplomáticos que en ese entonces se gestaban entre los dos países producto del salitre, acortaron su tiempo libre para pintar, afectando negativamente su estado emocional.
La situación lo sumió en una profunda depresión que lo mantuvo alejado de todo contacto y lo convirtió en una persona cada vez más huraña.
Uno de sus más destacables habilidades era su capacidad para entrar en diferentes estilos, Luco incursionó a lo largo de su vida en el romanticismo, el realismo, el naturalismo y el impresionismo, aunque la mayor parte su obra se ve marcada por la escuela veneciana.