Alberto Castellanos (músico)

Desde niño estudió piano con Luis Romaniello, violín con Roberto Torterolo y composición con Constantino Gaito.

Entre 1919 y 1922 acompañó como pianista a la bailarina rusa Ana Pavlova en sus presentaciones en Buenos Aires.

Ese mismo año la discográfica de Max Glücksmann lo contrató para dirigir una orquesta clásica para grabar y tocar durante proyecciones de cine mudo, integrada también por Remo Bolognini y Juan José Castro en violines, José María Castro en chelo, Martucci en flauta, Alberico Spátola en clarinete y Goldstein en trompeta.

En Nueva York, Castellanos, junto a Terig Tucci, influyeron decisivamente para que Gardel cambiara su voz, extendiendo su registro hacia los bajos, para transformarse en barítono alto.

Se vinculó con Radio El Mundo al inaugurarse en 1935 y trabajó allí durante muchos años.