Una alberca (del árabe hispánico albírka, y este del árabe clásico birkah)[1] es una construcción hidráulica excavada en la tierra, fabricada a base de ladrillo, tapial o mampostería en forma de estanque para almacenar agua, usualmente para el riego.
El término alberca se utiliza en países como México para referirse a las piscinas.
El concepto de alberca, en cuanto que estanque artificial, es conocido en todas las civilizaciones, con usos similares a los descritos para aquellas.
Incluso el uso ornamental y de ocio se dio de forma clara en la arquitectura griega, persa, mesopotámica y, por supuesto, romana, en cuyas casas, el jardín era un entorno vital importante.
[3] Dos siglos más tarde, se registran los primeros textos que extienden el concepto a cualquier edificación sin techumbre, aunque no se dedique a la recogida de agua, que es una segunda acepción recogida por la RAE.