Aguada (Santander)

En la época precolombina, el territorio del actual municipio de Aguada estuvo poblado por los indígenas yariguíes, quienes se habían asentado en la región comprendida entre los ríos Sogamoso y Opón hasta las márgenes del Magdalena.

Los yariguíes se dividían a su vez en muchas tribus que poblaban toda la provincia de Vélez y que mantenían constantes guerras y hostilidades entre sí.

A finales de 1536, durante su paso por las selvas del Opón, la expedición comandada por don Gonzalo Jiménez de Quesada avanzó por Charalá hasta Guane, dominando a su paso a los caciques Guanentá, Bucaregua y Cacher, volviendo luego hacia Vélez por Sicotá (o Simacota), Cotisco, Caraota, Valles de Sancoteo y Usamata (Chima, Contratación, Valle y mesetas de El Olvido, San Joaquín y San Martín, hoy veredas de La Aguada).

señaló con una cruz de madera el lugar, desde donde vieron un caserío indígena llamado Guadata A (que traduce Estrella del Oriente, ya que la tribu adoraba al sol).

Los españoles bajaron al caserío Guadata A, donde habitaba el cacique Gran Roel e incendiaron sus chozas; al cerciorarse de esto, el cacique se refugió con su familia en una cueva llamada hoy la cueva del Gran Roel.

En tiempos del Nuevo Reino de Granada, hacia el año 1610, los indios yariguíes aún mantenían hostilidades y feroces ataques contra los españoles y mestizos.

Continuamente salían al río Magdalena, donde atacaban las embarcaciones que iban o venían de Honda a Cartagena.

Aunque en algunas ocasiones los españoles intentaron establecer a los yariguíes en pueblos que les construyeron para su poblamiento, éstos abandonaban los pueblos y se retiraban a las cuevas que tiene la Singla, de altas y dificultosas subidas, para hacer frente desde allí a los caminantes y mercaderes.

En las primeras décadas del siglo XVII, el capitán Miguel Agudelo poseyó algunas estancias que legó a sus hijos por el vecindario veleño en la jurisdicción de las quebradas de Martín Ropero y del Alférez Real.

Este obtuvo del provisor general el 9 de enero de 1766 la licencia para que el padre Roel pudiese bendecir la capilla que había empezado a construir en Aguada.

Recibida la orden en el cabildo veleño, se comisionó a don Nicolás Ignacio Calvo, regidor depositario general, para que fuese a inspeccionar el sitio de San Benito e informarse sobre la conveniencia del traslado parroquial de San Benito Abad.

Aguada, conocido como "El lindo mirador turístico de Santander", tiene varios lugares para visitar, entre los que se encuentran los siguientes:

El virrey Manuel de Guirior autorizó el traslado de la población de San Benito a la Aguada el 1 de junio de 1775. La real provisión llegó al pueblo el 7 de junio, fecha que se conmemora como la de la fundación del municipio.