La Iglesia Adventista del Séptimo Día se ha convertido en la organización con mayor extensión y membresía, con congregaciones en más de 200 países y una membresía que supera los 22 millones,[1] seguida por la Iglesia de Dios (Séptimo Día), con una presencia en 45 países del mundo.
Comenzó a predicar sus descubrimientos en 1831, y pronto emergió como el líder de un movimiento popular.
El acontecimiento pasó a ser conocido como el Gran Chasco, y la mayoría de los creyentes abandonó el movimiento.
Este grupo tomó como lema inicial las palabras de Cranmer ante algunos líderes milleritas: "Mi Biblia y sólo mi Biblia" y se organizaron en la Iglesia de Dios (Séptimo Día).
Otro grupo adventista sabático e independiente formado en Iowa en 1860 posteriormente se unió a la Iglesia de Dios (Séptimo Día) en 1863.
[7] La práctica de la adoración en el sábado le dio a la denominación —establecida en 1863— un nuevo nombre: la Iglesia Adventista del Séptimo Día.