Adoración del Niño Jesús (Stephan Lochner)

Pero los pintores flamencos del siglo XV, llevaron a cabo una revolución en el mundo de la pintura al introducir el óleo (color mezclado con aceite) sobre tabla y su influencia se extendió por toda Europa, llegando a Alemania y siendo Stefan Lochner un ejemplo típico de maestro gótico del norte de Europa que comienza a introducir el óleo.

La escena representa a María como virgen antes, durante y después del parto ya que su cabeza no está cubierta; hay que destacar una pequeña corona de perlas sobre su cabello en alusión a su carácter de Reina.

La composición es la típica en este autor y vemos de nuevo reminiscencias góticas: el tema principal se encuentra en el centro de la composición y la virgen forma una estructura triangular, característica en el mundo gótico, quizás relacionándola con la Santísima Trinidad.

El autor no conoce la perspectiva geométrica pero sí que tiene una preocupación por representar un espacio de tres dimensiones, no solo en la construcción del establo sino también en el espacio donde se ubican los pastores con sus rebaños, dándole cierta importancia al paisaje.

Lochner es un artista en el que el dibujo alcanza un total dominio sobre el color llegando sus figuras a poseer cualidades escultóricas; se puede apreciar también esta importancia del dibujo en el detallismo del pesebre, las telas acartonadas de la Virgen, típicamente flamencas, el buey y la mula, que tienen un cierto carácter inocente observando la escena, los ángeles, todos iguales, y los pastores que están vestidos a la moda del siglo XV, también característica de la pintura flamenca.