Administración provincial romana

En las islas (Cerdeña, Córcega y Sicilia) se establecieron cuestores particulares dependientes de los cónsules, pero el sistema no funcionó.

Se hacía preciso buscar una nueva figura jurídica que administrara los territorios provinciales.

[5]​ El procónsul tenía un alto rango dentro de las magistraturas romanas: venía después del cónsul.

Únicamente las cuestiones financieras de la provincia escapaban a su imperium, ya que para llevarlas a cabo se creó la figura del cuestor provincial o procuestor, que dependía directamente del Senado.

Cuando terminó su servicio vendió su caballo para no cargar al Estado con los gastos del transporte.

En cada ciudad sometida se tendió a favorecer el acceso al poder en los consejos locales de la aristocracia.

La pertenencia a un territorio, en este caso una provincia, no constituía ninguna situación jurídica, pues la condición de la persona en el derecho romano, no estaba ligada al territorio, sino a la ciudad.

En efecto, el derecho romano efectúa los «contratos» o pactos, con ciudades o bien con grupos asimilables a una ciudad (este contrato, conocido por foedus, establecía la autonomía local y las prestaciones a las que estaba sometida la ciudad; cuando se trataba de una ciudad colonial, se regía por la lex colonia, normalmente con derecho latino, aunque con tendencia a asimilarse de pleno derecho, (salvo en caso de rebelión en que su situación podía empeorar).

Cuando en el ager existían bosques, minas, puertos, salinas, etc. su explotación era confiada a unos intermediarios (publicani).

División provincial del imperio hacia el año 109 en su máxima expresión, durante el período del emperador Trajano . En rosa (fuera de Italia ) las provincias senatoriales , donde el Senado nombraba a los procósules , generalmente, las incorporadas durante la República romana —excepto la mayor parte de Hispania y Galia —, que habían quedado pacificadas y lejos del limes , y por tanto tenían pocas o ninguna legión en ellas, y en verde las provincias imperiales , donde el Emperador nombraba a los legatus Augusti , generalmente las incorporadas durante el Imperio romano . La primera división entre provincias senatoriales e imperiales se realizó al comienzo del mandato de Augusto en el año 14 a. C.
A partir de las reformas de Diocleciano (284-305) las provincias se subdividieron, y su número pasó a ser de un centenar, y se agruparon en circunscripciones denominadas diócesis , a cargo de un vicario de cada uno de los cuatro prefectos del pretorio .