Adenitis sebácea

Otras afecciones con presentaciones similares son: foliculitis bacteriana y demodicosis, dermatofitosis, endocrinopatía, pénfigo foliáceo, dermatosis sensible al zinc, dermatosis sensible a la vitamina A, ictiosis y deficiencias nutricionales.

[4]​ Los champús antisépticos y antibióticos (clorhexidina o peróxido de benzoilo) se usan para controlar una  infección bacteriana secundaria más grave.

Para algunas razas pueden ser efectivos la ciclosporina o los corticosteroides y los medicamentos inmunosupresores y se postula, a través de algunos estudios, que grandes dosis de vitamina A administradas por vía oral pueden mejorar la afección.

La sugerencia es que este fenómeno puede deberse a una retroalimentación cíclica por la cual la infección secundaria, cuando no se trata adecuadamente con terapia tópica, aumenta y contribuye a una mayor inflamación de las glándulas sebáceas.

La terapia inmunosupresora y antiinflamatoria sirve para detener la destrucción continua de las glándulas sebáceas.

Al igual que en otras enfermedades inflamatorias, la mayoría de los animales reciben un tratamiento inicial para detener la inflamación y el tratamiento se reduce a la dosis más baja que mantiene la enfermedad en remisión.

Adenitis sebácea y pérdida de pelo en un perro
Anatomía de la piel humana, que muestra la ubicación de las glándulas sebáceas humanas y caninas