Achitométl
Achitométl (del náhuatl: achitometl ‘agua del maguey’‘atl, agua; chi, yantli (chia); metl, maguey’) en la mitología mexica es el rey de Colhuacán,[1] que por mandato de Huitzilopochtli, fueron unos emisarios a dialogar con él cuando los aztecas o mexicas llegaron al Valle de México, procedentes de la mítica ciudad de Aztlán (del náhuatl: aztlan ‘lugar de las garzas’‘azta, garza; titlan, entre; tl, junto de; can, lugar’) o Chicomóztoc (del náhuatl: chicomoztoc ‘siete cuevas’‘chico, siete; moztoc, cuevas’) (sitio localizado en Nayarit o Sinaloa aunque algunos historiadores creen que es un lugar mítico), en el año 1116 d. C., guiados por su dios Huitzilopochtli y su sacerdote Huitzil.(cita requerida, no existe documento alguno donde se haga referencia a la serpiente) Antes de establecerse en el Valle de México, los aztecas en su éxodo habían pasado por la tierra sagrada que ellos llamaron Teotihuacán (lugar de los dioses o donde los hombres se hacen dioses), al ver esta ciudad se encontraba en ruinas (abandonada a mediados del s. VII D.C.), se asombraron ante la vista de aquella esplendorosa e imponente metrópoli, lo cual les dio un sentido y visión de lo que pretendían lograr con su ciudad (su primer contacto con la cultura tolteca).Además ahí sugirió el mito del Quinto Sol; cuando los mexicas llegan a México se encuentran con otros pueblos perfectamente establecidos en señoríos como Colhuacán, Azcapotzalco, Chalco, Coyoacán y del otro lado de los volcanes Cholula y Cacaxtla.La relación de los mexicas con estos señoríos o reinos fue contradictoria, por un lado se sentían atraídos por el alta cultural (toltecáyotl) y por otro tuvieron que ser tributarios.