El término Achamán fue traducido por los primeros historiadores como 'el cielo' o simplemente como 'Dios', aunque otros indican que Acaman significa 'sol'.
[4] En los primeros textos históricos el término aparece generalmente formando parte de la locución Achguayaxerax, Achorom (sic, forma correcta Acorán), Achaman, que traducían por 'el sustentador de cielo y tierra', aunque parece que esto solo alude a Achguayaxerax, siendo la traducción completa de la locución 'he aquí el Espíritu que sustenta el universo, el Celestial, el Centelleante'.
[4][1] Según esta interpretación, todos estos teónimos se referirían a una única entidad celestial, conocida como Acorán en las crónicas e invocada en los juramentos de los guanches.
Este mito de origen explicaba las diferentes clases sociales que existían en el pueblo guanche.
Una leyenda literaria moderna que no aparece en las fuentes tradicionales pero que se ha popularizado recientemente alude a un enfrentamiento entre Achamán y el espíritu maligno Guayota, quien había encerrado al dios del sol Magec en el interior del volcán Teide, sumiendo a todo el mundo en la oscuridad.