Antonio de Viana

Estudió en Sevilla la Licenciatura de Medicina, que terminó en 1606.

Es posiblemente en esta ciudad donde conoció a Lope de Vega.

En 1630, ante el notable aumento de su fama, sus contemporáneos tinerfeños consiguieron convencerle y llevarle nuevamente a la isla, con su antiguo cargo espléndidamente remunerado.

Fue médico del obispo Murga, elevando aún más su reputación entre miembros de tribunales y altas personalidades de otros órganos residentes en la ciudad grancanaria.

En cuanto a su faceta de historiador y poeta se le achaca que en sus escritos se haya inventado parte de los nombres guanches que aparecen.