[4] Se cree que la primera explosión ocurrió a eso de las 3:30 p.m.
Tan solo dos mineros lograron escapar de la mina durante ese mismo día.
Los informes iniciales fueron poco claros respecto del número de mineros y contratistas que quedaban atrapados dentro de la mina, siendo mencionados números que oscilaban entre los 25 y los 33.
Finalmente fue asegurado que había 29 hombres entonces atrapados: 24 neozelandeses, dos australianos, dos británicos (de Escocia) y un sudafricano.
[22] El equipo sísmico fue conectado a tubos en la boca del túnel, para detectar movimientos en la mina.
[24][25] Un segundo robot antibombas de la FDNZ fue alistado o preparado para ingresar.
Este robot en particular había sido equipado con baterías extra y otro equipamiento adicional, para tratar de evitar los problemas que habían afectado al primero, siendo desplegado posteriormente.
El uso de tres robots no tenía precedentes en los rescates mineros.
[27] Temprano en la mañana del 24 de noviembre se informó que un taladro o trépano había comenzado a operar sobre la mina horizontal.
Involucró a Pike River Coal Ltd, la compañía que operaba la mina, representada por su director ejecutivo Peter Whittall, expertos en rescates mineros de Nueva Zelandia y Australia.
[37] Por su parte, la reina Isabel II del Reino Unido (Elizabeth II), jefa de Estado de Nueva Zelanda le envió al Primer Ministro neozelandés John Key una nota expresándole sus condolencias por las familias de los muertos y denominando al suceso un “desastre nacional”.
[38] El príncipe Carlos, heredero al trono británico, le envió un mensaje similar a Key.
[39] Las edades de los 29 mineros fallecidos oscilaban entre los 17 y los 62 años; el más joven estaba realizando su primer turno bajo tierra.