Accidente del B-52 en la Base Aérea Thule en 1968
Seis de los tripulantes salieron sin riesgos, pero un miembro, que no tenía asiento eyectable murió mientras intentaba escapar de la aeronave.[1] El avión se estrelló en el hielo cerca de la base aérea de Thule, en la North Star Bay, en el actual Qaanaaq, en Groenlandia, provocando la ruptura de las medidas de protección de las armas nucleares que transportaban, lo que produjo una contaminación radiactiva.Los Estados Unidos y Dinamarca llevaron a cabo una operación de recuperación y limpieza, que duró varios meses.[3] Los procedimientos de seguridad fueron revisados y se desarrollaron una serie de explosivos más estables, la llamada munición insensible.La revista Time en marzo de 2009 clasificó el evento como uno de los peores desastres nucleares.