El Abuelito Huenteao, también conocido como Abuelito o Taita Huentellao, Huentreao, Wenteyao o Huentiao, es un ser muy importante dentro de la mitología huilliche; se le considera como un mediador entre el pueblo Huilliche y sus divinidades.
Sus hermanos preocupados lo buscaron y al no hallarlo avisaron de la tragedia a su familia e hicieron un machitún por él, sin resultados.
El hijo angustiado habría seguido buscando a su padre, encontrándolo en la playa de Pucatrihue.
Desde ese momento, Huenteao se metamorfoseó en un héroe mítico, "encantado", que habita en el roquerío (isla y santuario) en el mar de Pucatrihue, provincia de Osorno, para estar presente por toda la eternidad, héroe que los huilliches reconocen como un santo que ayuda a su pueblo.
Ahí se le pide permiso a Huenteao para realizar el nguillatún; y los comuneros encienden un fuego, junto al cual se entierra una rama de triwe (laurel chileno).
Allí es mentado principalmente como Abuelito Huentreao, y se le dedica una rogativa o lepún.
En esta ceremonia, de marcado carácter sincrético también se invoca al inca Atahualpa y un personaje femenino denominado Blancaflor.