En su obra poética sobresalen los motivos homoeróticos, la autocompasión del yo lírico, y las reflexiones metapoéticas.
Viuda de Mendívil, su abuela Doña Dolores, siempre resguardó a su hija, Sofía, y al niño Abigael del resto de la sociedad ya que en aquellos tiempos era muy mal visto que una mujer saliera embarazada sin estar casada.
Abigael Bohórquez además, fue promotor cultural en algunas instituciones como IMSS Distrito Federal y Hermosillo.
Sus versos, que para muchos en su tiempo eran subversivos, son clave para comprender el devenir de la poesía en la literatura contemporánea mexicana.
Los especialistas consideran que su obra es clave para comprender la "renovación poética" de la literatura contemporánea en México.
Gran ejemplo de la admiración que sentían estos grandes escritores por el poeta caborquense se puede ver en el poema que le dedica Carlos Pellicer a Abigael, al ganar este último los Juegos Florales de Campeche (1962):Al poeta Abigael Bohórquez