Si iglesia tiene una de las fachadas en estilo gótico flamígero más destacadas del país.
La leyenda dice que el conde de Vendôme vio tres estrellas caer en un pozo y viendo en ello una señal divina, decidió erigir en el sitio una abadía.
La abadía fue puesta en 1047 bajo la autoridad directa del Papa y de nadie más.
Rápidamente muy próspera, la abadía entró con frecuencia en conflicto con los condes de Vendome acerca de sus respectivos derechos, conflictos en el que a menudo resultó beneficiada y algunos, como Geoffrey Jordan, fueron excomulgados.
Las edificaciones de la abadía que subsisten albergan un pequeño museo dedicado a los vendômois.