Belicoso y traicionero, a lo largo de su vida luchó constantemente contra sus vecinos.
Godofredo comenzó su carrera buscándose un lugar fuera de Anjou, pues su padre no quería compartir el poder.
Godofredo capturó a Guillermo VI en Moncontour (1033) y se hizo con el dominio de Saintonge.
Guillermo no fue liberado hasta 1036, tras haber pagado un fuerte rescate, y murió sin hijos al cabo de dos años.
Inés aprovechó la juventud del nuevo duque para tomar el control de sus dominios, sin tener en cuenta a su marido, ocupado con sus propios problemas.
La creciente rivalidad entre padre e hijastro provocó una guerra entre 1036 y 1039, saldada con la derrota de Godofredo.
Sin embargo, su padre Fulco murió al año siguiente, 1040, y le sucedió en el condado de Anjou.
Fue en este momento cuando, abandonando el cerco, el tío del duque normando, Guillermo de Talou, se alzó en rebelión, negándose a rendir obediencia a su sobrino.
Tras tomar Domfront y Alençon, y expulsar a Godofredo de vuelta a Maine, Guillermo el Conquistador se fue al norte para poner fin a la rebelión de su tío, que fue exiliado en 1053 después de que el rey Enrique fracasara al intentar socorrerlo.