La elección de Malmesbury, antes que New Minster, en Winchester, indicaba que el rey seguía siendo un extraño para la corte sajona de Wessex.
[2] La abadía tenía en el siglo XI tenía la segunda biblioteca más grande de Europa y se consideraba una de las principales plazas europeas para el aprendizaje.
Más tarde comentó que la única razón por la que no lo había logrado había sido la falta de una cola en su planeador.
Fue vendida, con todas sus tierras, a William Stumpe, un rico comerciante local, que devolvió la recién adquirida iglesia de la abadía a la ciudad para que siguiera siendo usada como iglesia parroquial, y que llenó los restantes edificios abacíales con veinte telares para su empresa de tejidos.
Durante la Guerra Civil Inglesa se dice que Malmesbury pudo haber cambiado de manos hasta siete veces y que la abadía fue ferozmente disputada.