El más famoso es el que se encontró en el Trastevere, en Roma, en los años 1865-1866.
El puesto de guardia pertenecía a la séptima cohorte de vigías, que tenía un cuartel cercano, y se había convertido en una casa particular, hacia el final del siglo II.
De particular interés son los numerosos grafitis aparecidos en las paredes, realizados por la brigada en los momentos de ocio, que se remontan a la primera mitad del siglo III.
La entrada es a través de la Séptima Cohorte n. 9, no lejos del viale Trastevere y de la piazza Sonnino.
Por extensión, en arquitectura eclesiástica, el excubitorium es una galería o garita en una iglesia donde los fieles vigilaban toda la noche en la víspera de alguna festividad y desde la que se observaban los grandes santuarios.