El libro se centra en los primeros amores del protagonista y aparece Balbec, un balneario imaginario, inventado por Proust basado en Cabourg.
En un comienzo, el narrador se siente ajeno en el Hotel de Balbec y sólo comparte con su abuela, pero su suerte cambia cuando gracias a ésta conocen a la marquesa de Villaparisi.
El relato toma un giro cuando ve por primera vez a las cinco muchachas como pájaros caminando por la playa, y queda obsesionado con conocerlas.
Rápidamente es aceptado en el grupo y comienza a pasar gozosamente con ellas sus días en Balbec.
Hacia el final de la novela intenta besarla pero ésta lo rechaza, decisión que deja al narrador muy confundido.