Vestuario, decorados, utensilios, peluquería o el maquillaje están trabajados con una gran precisión.
La música que acompaña a la película está compuesta por Gabriel Yared y Cyrille Aufort.
Tampoco olvida crear temas más melódicos, como el asignado a la reina Carolina o el de la ejecución, con un toque melancólico y triste, que recorre toda la partitura y que anticipa el desenlace del film.
La película está ambientada en el siglo XVIII pero el alcance de lo que cuenta puede trasladarse a cualquier época.
Aunque reconstruye una historia que ocurrió en la realidad, la descripción de los mecanismos del poder se pueden reconocer en la época actual o en cualquier otro contexto histórico.