Los 42 Mártires de Amorio (en griego: οἰ ἅγιοι μβ′ μάρτυρες τοῦ Ἀμορίου) fueron un grupo de oficiales y altos funcionarios romanos que fueron tomados prisioneros por el Califato abasí durante el saqueo de Amorio en el año 838.
En 845, fueron ejecutados por rehusarse a convertirse al islam.
[1] Tras el saqueo, 42 oficiales y ciudadanos nobles de Amorio fueron tomados como rehenes a Samarra, la entonces capital del Califato abasí.
Repetidos esfuerzos por el emperador romano Teófilo, y tras su muerte en 842, por Miguel III y la emperatriz regente Teodora de pagar un rescate fueron denegados por los califas.
La narrativa contiene mayoritariamente discusiones teológicas entre los inquebrantables prisioneros y varias personas—desertores romanos, oficiales musulmanes, etc.—enviados para convencerlos de convertirse durante su encarcelamiento de siete años.