Ópera española

Durante los siguientes sesenta años la opera italiana llegó a ser la forma predominantemente popular en España.

[1]​ De particular interés es el compositor Francisco Asenjo Barbieri quien se propuso crear un estilo operístico nacional característico que fusionara la tonadilla tradicional y el antiguo drama aristocrático en una nueva forma evolucionada de la ópera cómica italiana.

En cambio, Emilio Arrieta permaneció más próximo al puro modelo del Romanticismo italiano en zarzuelas como Marina (1855).

Los dos fueron serios rivales a los ojos del público y su conducta competitiva hizo que la zarzuela fuera extremadamente popular.

[2]​ Otros compositores, tales como Tomás Bretón y Ruperto Chapí, escribieron zarzuelas más pequeñas conocidas como género chico que eran comedias en un acto.

[2]​ En el siglo XX la zarzuela evolucionó con gusto popular, aunque la mezcla de obra hablada y música en proporciones iguales permaneció.