La Dolorosa

El primer acto introduce el personaje de Rafael, fraile recién llegado al convento, buscando ambientación para su obra; una Dolorosa que está pintando y que le recuerda tal cantidad de vivencias que hasta el Prior y fray Lucas se dan cuenta y dudan de la serenidad espiritual del recién llegado.

Perico no quiere perder la chica, ni caer en sus redes, pero acaba cediendo a sus pretensiones amorosas.

Por la tarde, José llega al convento pidiendo socorro para una mujer que han encontrado desvanecida y llevando en brazos a un hijo muy pequeño.

Perico, al verla, reconoce en ellas las facciones de la Dolorosa que pinta Rafael.

Es la hora de maitines y el prior pensando en la dudosa situación de Rafael y éste oyendo la rondalla que está cantando en el exterior, al no presentarse en la capilla, el Prior lo va a buscar, Rafael pide que le confiese y cuenta su situación: no quiere dejar que Dolores quede sin ayuda.