[2] Pintor de formación,[2] Edouard Baldus se trasladó a París en 1838 después de un viaje a Estados Unidos para perfeccionar su pintura.
Baldus fue enviado a algunas zonas de París y a otras del sur como Fontainebleau, Borgoña, el Valle del Ródano, Arlés y Nimes.
Así entre 1850 y 1855 estuvo utilizando el calotipo con buenos resultados.
[2] A menudo retocaba en sus negativos los edificios y los árboles, o ponía las nubes en un cielo blanco; en uno de impresión desde 1851, monta fragmentos de 10 negativos diferentes para crear una impresión del claustro medieval de la iglesia de San Trófimo, en Arlés.
[1] Sin embargo, su actividad fotográfica sólo duró quince años, entre 1849 y 1874, ya que al introducirse la reproducción fotomecánica de los paisajes abandonó su actividad comercial.