[15] El permafrost evita que los árboles puedan desarrollar sistemas de raíces profundos; por ejemplo el abeto negro que se ha adaptado a los suelos permafrost no posee una raíz primaria importante.
[18] Los árboles ebrios pueden eventualmente morir a causa de su desplazamiento,[19] y en permafrosts abundantes en hielo todo el ecosistema de bosque ebrio puede ser destruido por el derretimiento.
[20][22][23] Los árboles ebrios no son un fenómeno completamente nuevo, evidencia dendrocronológica permite fechar la inclinación por termokarst por lo menos hasta el siglo XIX.
[13] El límite sur del permafrost subártico alcanzó su pico durante la Pequeña Edad de Hielo de los siglos XVI y XVII,[24] y se encuentra en declinación desde entonces.
[19][27] Sin embargo, el ritmo de ablandamiento ha ido en aumento,[28][29][30] y se espera que gran parte del permafrost existente se ablande durante el siglo XXI.