Álvaro Méndez Modernell

En setiembre de 1949 ascendió a Juez Letrado, cumpliendo funciones como tal inicialmente en Treinta y Tres,[5]​ siendo trasladado en agosto de 1950 a Durazno[6]​ y en junio de 1952 a Canelones.

[7]​ En octubre de 1958 regresó nuevamente a la capital del país al ser ascendido a Juez Letrado Suplente.

Al cumplirse los 90 días de las mismas sin que la Asamblea General hubiese designado a sus reemplazantes, operó el nuevo mecanismo subsidiario de integración de la Corte previsto por el artículo 236 de la nueva Constitución, que establecía que en tal caso quedaría automáticamente designado el miembro más antiguo de los Tribunales de Apelaciones.

[14]​ El Poder Ejecutivo dispuso se le tributaran honores fúnebres a sus restos.

[15]​ La vacante generada en el máximo tribunal judicial del país por su fallecimiento fue cubierta en diciembre de dicho año por Francisco José Marcora, quien se convertiría así en el primer miembro de la Suprema Corte en ser designado para tal cargo por el Consejo de Estado que había sustituido al Parlamento disuelto por el golpe de Estado de junio anterior.