[2] Mientras tanto, el rol de las Fuerzas Armadas en la vida política continuó incrementándose.
Batlle fue procesado por la justicia militar por el delito de “ataque a la fuerza moral del Ejército” y permaneció dos meses en prisión.
Posteriormente, los mandos militares hicieron publicaciones enjuiciando al Presidente de la República.
[3] El lunes 12 de febrero Bordaberry concurrió a la Base Aérea "Cap.
Juan Manuel Boiso Lanza" y aceptó todas las exigencias de los mandos militares y pactó su continuidad en la Presidencia, en lo que se dio en llamar el Pacto de Boiso Lanza.
Con ello se completó el deslizamiento hacia un gobierno cívico-militar, donde formalmente gobernaban los civiles pero en los hechos el centro de poder se había trasladado a la órbita de los militares.
Se considera que este episodio equivalió a un golpe de Estado fáctico.
[1] En un discurso emitido por radio y televisión el mismo día del golpe, Bordaberry manifestó: