La Ciudad Condal vivía a finales del siglo XIX la expansión de su territorio proyectada en el plan de Ensanche elaborado por Ildefonso Cerdá en 1859.
Este plan preveía la apertura de tres grandes avenidas en el núcleo antiguo de la ciudad: dos que conectarían el Ensanche con la costa (Muntaner y Pau Claris-Vía Layetana) y otra en sentido perpendicular (avenida de la Catedral).
[2] El proyecto no se aprobó hasta 1895, muerto ya Baixeras.
[3] Tras un acuerdo entre el Ayuntamiento y el Banco Hispanocolonial para la financiación del proyecto (1907), las obras comenzaron en 1908, aunque el proyecto original solo se realizó parcialmente, ya que solo se construyó la vía A, rebautizada como Vía Layetana.
[2] La vía B se construyó parcialmente y en diversos sectores: la avenida de las Atarazanas (Drassanes), entre la plaza del Portal de la Paz y la calle Nueva de la Rambla; y la rambla del Raval, que conecta con la anterior con la calle de San Olegario, y llega hasta la calle del Hospital, desde la cual el plan preveía enlazar con la calle de Muntaner, tramo que no se ha realizado.