Christgau's Record Guide: Rock Albums of the Seventies

Además, recalcaron sus gustos obstinados, los comentarios analíticos, su lenguaje conciso y sus ocurrencias críticas.

En 1969, Robert Christgau comenzó a escribir su columna «Consumer Guide», especializada en la revisión de álbumes musicales contemporáneos.

[6]​[7]​ Como periodista quería transmitir sus hallazgos en una manera que entretuviera y provocara a los lectores.

[10]​ La intensa inmersión de Christgau en su preparación, puso a prueba su matrimonio con Dibbell, como también sus esfuerzos para superar la infertilidad.

En sus palabras, el libro casi arruinó su vida personal: «Pospusimos aún más las estrategias de paternidad.

El apartamento se hundió en nuevas profundidades de desorden a medida que los LP y papel migraban al comedor.

Y desde que estaba en casa cada minuto con el estéreo encendido, mi compañera de vida nunca pudo estar sola, consigo misma o con su trabajo».

[13]​ Al respecto, en su memoria señaló que: «Su capacidad de respuesta estética era interminable... nadie afectó mi escritura como Carola».

[3]​[19]​[20]​[21]​ Las revisiones presentan comentarios analíticos sobre el significado estético o cultural de la música, así como chistes cortos.

[25]​[26]​ Al año siguiente la imprenta londinense Vermilion lo publicó en el Reino Unido, mientras que la editorial estadounidense Houghton Mifflin Harcourt lo reimprimió en 1985.

[27]​[28]​ En 1990 DaCapo Press lo volvió a editar con el título de Rock Albums of the Seventies: A Critical Guide y en cuya introducción Christgau señaló que había revisado parte del contenido.

[31]​ La colección estuvo disponible en el sitio web de Christgau después que salió en línea en 2001.

Además, lo recomendó como un recurso valioso para aquellos con un serio interés en el rock contemporáneo, incluso si algunas de las opiniones pueden resultar divisorias.

[36]​ El periodista Steve Simels para la revista Stereo Review consideró que las reseñas estaban bien escritas, con un juicio crítico imparcial, ingeniosos discursos y con un interés más profundo en la música negra que la mayoría de los críticos blancos.

Al finalizar mencionó que estaba «sorprendido de descubrir cuán imparcial ha sido [Christgau] a largo plazo» y, aunque la guía no sea del todo confiable, si valía la pena leerla.

Además, cuestionó si el enfoque duro, rígido e ideológico de Christgau lo hacía ideal para escribir una guía, afirmando que «el crítico de rock más influyente nunca ha escrito un libro que no fuese una antología».

En una revisión de la publicación Choice: Current Reviews for Academic Libraries se recomendó la guía argumentando que funciona magníficamente como una lectura para el placer espontáneo y una referencia a los «clásicos mayores y menores» del rock, al mismo tiempo que destaca la última sección para los bibliotecarios que reúne una colección de discos de rock.

[48]​ El crítico estadounidense Rob Sheffield lo nombró entre sus seis libros favoritos en una lista publicada en la revista The Week, en donde dijo que «otros fanáticos de la música obsesiva» probablemente también lo posean.

[49]​ También los novelistas Dylan Hicks y Jonathan Lethem afirmaron haberlo leído cuando eran jóvenes; incluso Lethem reveló que «durante años planifiqué mi colección de discos contra las calificaciones, anotando puntos de vista disidentes en los márgenes».

[53]​ El académico literario Cornel Bonca consideró a Christgau's Record Guide como «escritura esencial del rock».

[58]​ El escritor Jon Savage lo recomendó como una discografía útil del punk rock de los setenta.

El trabajo de Christgau en la preparación del libro, puso a prueba su matrimonio con Carola Dibbell. En la imagen.
Robert Christgau reescribió algunas de sus reseñas originales para esta colección.
El crítico Eric Weinbard, en la imagen, citó las reseñas del libro como parte de la reinvención del rock y de la música popular de los estándares críticos.