Según la leyenda, el pomerium fue inaugurado por Servio Tulio, pero no seguía la línea de la Muralla serviana, por lo que no es probable que realmente hubiese sido él quien estableciese la frontera sagrada.
También han llegado noticias de extensiones llevadas a cabo por César Augusto, Nerón y Trajano, pero no hay evidencias arqueológicas ni escritas al respecto.
La Curia Hostilia y el pozo de los Comitia en el Foro Romano, dos localizaciones extremadamente importantes del gobierno de la ciudad y su imperio, estaban dentro del pomerium.
El Teatro de Pompeyo, en donde Julio César fue asesinado, estaba también fuera del pomerium, e incluía una sala para el Senado que permitía llevar a cabo reuniones a las cuales pudieran acudir senadores que tuvieran prohibido cruzar el pomerium y no pudieran llegar a la Curia Hostilia.
Por ello, los conspiradores no pudieron ser acusados de blasfemia, puesto que las armas las llevaban estando fuera del límite sagrado.