Hasta 1095, no era sino un pequeño monasterio benedictino, que había sido construido en 1043 con fondos aportados por el conde Leofric y por lady Godiva.Por su parte, algunos escritos permiten afirmar que Godiva fue probablemente enterrada en la abadía de Evesham, junto a su confesor, el prior Aefic.Los únicos vestigios que sobrevivieron al bombardeo fueron el muro exterior y la torre.Dicha cruz se conserva como vestigio junto a un edificio más moderno.Basil Spence (quien más tarde sería ennoblecido por este trabajo) insistió especialmente en que en lugar de reconstruir la antigua catedral esta debía ser conservada en ruinas como jardín del recuerdo.Su aguja, nada convencional, tuvo que ser colocada en su lugar por medio de un helicóptero, sobre una plataforma.Dicha vidriera está formada por 195 paneles que van desde el blanco hasta los colores más profundos.También es de destacar su gran ventanal occidental, a la que se conoce como Screen of Saints and Angels.