[nota 1] El dibujo muestra a una mujer sedente que mantiene un niño bajo su manto, contemplándolo con amor, dándole cobijo y protección entre sus brazos, apretándolo contra su pecho.
La obra la realizó durante la Navidad de 1942 el pastor evangélico, médico y artista Kurt Reuber.
Cuando la veían quedaban sobrecogidos y muchos lloraban, convirtiéndose el refugio de Reuber en un santuario.
[3] Días después, durante los primeros días de 1943, el autor de la obra escribió una carta a su mujer y que acompañaba al dibujo en la que decía: «Contempla en el niño al niño primerizo de una nueva humanidad, que nacido con dolor, relumbra sobre toda oscuridad y tristeza.
Un oficial gravemente herido, evacuado con uno de los últimos aviones que logró salir del cerco, llevaba consigo la obra y la carta, llegando ambas a la familia del autor, que residía en la parroquia de Wichmannshausen.